Bienvenidos a este nuevo post en el que haré una crítica propia sobre la desigualdad que existe en España en cuanto a la economía y lo que conlleva en lo social.
España se posiciona entre los países que presentan un mayor desarrollo mercantil y un mejor nivel de vida, sin embargo ¿por qué existen tantos desajustes de ingresos entre los ciudadanos?.
Nuestro país se encuentra en estos momentos entre los más inestables, la calidad de vida no es igualitaria al nivel de desarrollo que este presenta.
Se ha producido un gran impacto en el PIB en estos últimos años debido a la pandemia, esto ha sucedido por la falta de recursos y la inestabilidad de la gestión económica. La inexistencia de las prestaciones y ayudas para personas en distintas situaciones, como la falta de viviendas o de renta salarial antes de la pandemia, ha provocado una desigualdad entre las distintas clases de este país.
Los últimos datos aportan que la mayoría de la población española tiene una renta media o baja. En estos dos años, las clases medias se han ido erosionando cada vez más y ha descendido su poder adquisitivo.
¿Por qué las clases medias son las que más están variando sus ingresos?
Estas presentan una gran importancia, ya que según la política mercantil son las clases mediadoras entre la clase alta y la clase baja y sin ellas no existiría una sociedad equilibrada.
Este cambio ha sido originado, como he nombrado anteriormente, por las consecuencias de la pandemia en este país. Esta ha supuesto un gran número de despidos de personal y cierres de locales, que ha conllevado el aumento del paro y la extensión de los ERTES. Así como ha supuesto la predominancia de las fábricas, grandes industrias y supermercados que se componen de un bajo número de empleados y siguen contribuyendo de manera positiva a las clases altas y a la industria capitalista.
Sí, hablamos de clases medias que sufren desempleos y bajadas de salarios, pero ¿y las clases bajas?. ¿Qué cambio supone para ellas toda esta situación?
Al parecer no se quiere mostrar demasiado la situación de las clases bajas y se las oculta en los medios de comunicación, como si fueran inexistentes. Estas no han sufrido un cambio tan agresivo como las clases medias, la razón está en que siempre han estado en un contexto de extrema pobreza y desempleo.
La persistencia de las clases pobres viene dada por sistemas que provocan esta irregularidad. Por ejemplo, el sistema educativo, vivimos con la implantación de un sistema educativo que aparta a estas clases. Los niños de clase baja deberían mezclarse con los de clase media y alta, sin embargo, seguimos estando en una sociedad desigual en la que se ofrecen más oportunidades a la población más pudiente.
Así es como se perpetúa la pobreza, determinando y dando por supuesto qué trabajos y rentas tendrán estos niños en un futuro al cortarles su formación educativa.
Además, la falta de recursos e ingresos se debe a la imposición de impuestos; personas con bajas ganancias no se pueden permitir abonar la misma cifra de impuestos que gente de clase media-alta o alta. Es algo que debería ponerse en balance para que fuera justo.
Es cierto que la pandemia ha conllevado la disminución del turismo, del que nuestro país es muy dependiente, así como del cierre de pequeños comercios u otros efectos importantes. Pero, ¿no creéis que le estamos dando más importancia a los factores económicos que sociales?
Día tras día presenciamos como se habla de la economía de este país en los medios de comunicación, pero no de cómo afecta a las personas más vulnerables.
Se habla continuamente del pago del IMV, el ingreso mínimo vital, el cual ha llegado a ser interpretado como una ``ayuda´´ o ``paguita´´, sin ver que las personas que lo reciben es el único sustento que tienen y que estas cambiarían ese dinero por un trabajo estable.
No se puede hablar de política económica sin interpretar el daño social que hay detrás de ella, sin exponer la situación de los ciudadanos. No se debe opinar de manera negativa de la vida de las familias pobres cuando tienes ingresos lo suficientemente altos para vivir cómodamente.
Deberíamos dejar a un lado los prejuicios y las exclusiones y comenzar a darnos cuenta de que todos debemos tener los mismos derechos y las mismas oportunidades.
Vamos a empezar a apoyarnos los unos a los otros, a dar importancia a lo que de verdad la tiene. Colaborar todos juntos y denunciar las injusticias económicas que siguen discriminando a los más necesitados.
Porque aunque no podamos suprimir la existencia de las clases sociales, apoyemos a los más desfavorecidos en su lucha.
Porque no existan familias que no se puedan permitir una casa, comida o criar a sus hijos.
No brindéis apoyo a la exclusión por la situación económica, pensad el por qué están en esa situación.
Gracias por leer esta publicación.
Espero que os haya parecido interesante y os haya hecho pensar tanto como a mí.
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